Con más del 70% de la superficie terrestre compuesta por océanos y mares, la economía azul emerge como un catalizador para el desarrollo económico sostenible. Este enfoque rompe con el método tradicional de explotar y descartar los recursos naturales, optando por la preservación de los ecosistemas marinos a través de la innovación y el emprendimiento.
El informe ‘Transformar la Economía Azul de la UE para un Futuro Sostenible’ destaca la importancia de esta visión y su contribución a la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas. Desde la acción climática hasta la reducción de la pobreza, la economía azul impulsa la salud, el bienestar y aboga por el consumo y la producción responsables. En este contexto, la tecnología y el respaldo empresarial se convierten en aliados fundamentales en la generación de un triple impacto en las comunidades.
Un ejemplo de la implementación de esta estrategia es Barcelona Activa, con el desarrollo de proyectos destinados a la promoción de los sectores azules, convirtiéndolo en un vector económico clave para la ciudad. Entre ellos destacan: el nuevo Puerto Olímpico, que aspira a ser un referente de sostenibilidad, y el Parque de Tecnología Marítima de Barcelona, fortaleciendo la investigación y fomentando el emprendimiento para la activación de proyectos colaborativos.
En resumen, se trata de una perspectiva que representa una oportunidad económica y un llamado a la acción para preservar nuestro entorno marino y construir entornos resilientes. Este compromiso requiere innovación y colaboración de la sociedad civil y el sector empresarial, para forjar así el camino hacia un futuro más sostenible y próspero.
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https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/que-es-la-economia-azul-y-por-que-es-tan-importante
