
Cristina Lafuente es ingeniera geóloga por la UPC y posee un máster en Ecoarquitectura y Bioedificación por la UdG. Miembro de Nactiva y fundadora de iRap Estudio, cuenta con 15 años de experiencia en la gestión. Su labor se centra en promover nuevas formas de entender el desarrollo territorial, buscando una coexistencia entre los diversos factores que influyen en los ecosistemas. Como parte de Nactiva, destaca que el Mediterráneo es un entorno natural único en el mundo por su biodiversidad, su clima estacional y su historia de interacción humana con el paisaje.
¿Qué necesitamos para que la revolución natural alcance su máximo potencial?
La revolución natural alcanzará su máximo potencial cuando logremos integrar la regeneración ecológica en la economía, la planificación territorial y la cultura. Esto requiere marcos regulatorios que incentiven Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), modelos de financiación público-privados y la valorización de los servicios ecosistémicos. Además, es clave que surjan mecanismos de gestión a nivel de paisaje que respondan a los límites geográficos naturales (no administrativos), combinar innovación con conocimiento tradicional y fomentar una participación colaborativa de comunidades y empresas. Así convertiremos la protección del capital natural en un motor de resiliencia y desarrollo sostenible.
Para quién no nos conozca, define Nactiva en 1 frase corta.
Nactiva es un catalizador de cambio del modelo territorial y económico hacia un modelo que posiciona la regeneración del capital natural como eje central de la estrategia.
Nactiva actúa en el Mediterráneo. ¿Qué tiene de especial este entorno? ¿Es único en el mundo?
El Mediterráneo es un entorno único en el mundo por su biodiversidad, su clima estacional y su historia de interacción humana con el paisaje. La riqueza del Mediterráneo se basa en el equilibrio natural entre tierra y mar. También es la cuna de grandes civilizaciones como la egipcia, la fenicia, la griega y la romana, que dependieron de una estrecha relación con su entorno natural. En la gestión del agua y la agricultura adaptadas al clima, se diseñaron terrazas, qanats, aljibes y sistemas de riego para optimizar el uso el agua en el clima típicamente seco y estacional. También se desarrolló un urbanismo adaptado al clima y una arquitectura vernácula usando materiales naturales favoreciendo la eficiencia térmica. Un fuerte desarrollo del comercio marítimo permitió el intercambio de especies agrícolas, creando un paisaje agroforestal, ahora icónico, de viña, olivos y trigo. Hoy, es fundamental recuperar ese conocimiento e integrarlo con soluciones innovadoras para afrontar los desafíos climáticos y ecológicos de la región.
En Nactiva tienes un papel destacado en #NactivaAgua, ¿podrías hablarnos de cómo los proyectos de esta área pueden favorecer a la regeneración del capital natural?
Los proyectos de gestión hidrológica sostenible favorecen la regeneración del capital natural al restaurar los ciclos naturales del agua, mejorar la resiliencia del suelo y potenciar la biodiversidad. Al aplicar Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), como humedales artificiales, restauración de sistemas de drenaje naturales o de las áreas de recarga natural de acuíferos, se optimiza la infiltración y almacenamiento del agua, reduciendo la erosión y la desertificación. Esto no solo mejora la disponibilidad hídrica para ecosistemas y comunidades, sino que también fortalece los servicios ecosistémicos, como la captura de carbono, la regulación térmica, la regeneración de suelos fértiles, la disminución de riesgos de inundabilidad…
¿Podemos decir que la región mediterránea es un paraje que cuenta con oportunidades únicas para potenciar una gestión sostenible del agua?
Pienso que la gestión hidrológica sostenible es un reto global. Cada región tiene la oportunidad de potenciar la gestión sostenible del agua con soluciones basadas en sus dinámicas naturales particulares. Lo más importante es observar y entender cómo era el ecosistema y sus dinámicas naturales antes de la alteración antrópica, para adaptar nuestra ocupación del territorio de forma que se preserve lo mejor posible ese equilibrio natural. Con el aumento del estrés hídrico, la región del Mediterráneo puede convertirse en un laboratorio de innovación en resiliencia hídrica, integrando tecnologías modernas con conocimiento tradicional para garantizar la sostenibilidad del recurso.
En tu presentación, hemos mencionado también la necesidad de la coexistencia entre todos los elementos del ecosistema para adoptar una estrategia integral. ¿Qué beneficios nos aporta esta visión?
Algo brillante de observar en la naturaleza es como todo tiene una función y una relación de interdependencia en el ecosistema. Desde la participación del hongo en la descomposición de la materia orgánica que creará un suelo fértil, hasta las fuerzas que rigen el flujo turbulento de un río y que oxigenan y depuran el agua. Por eso, en Nactiva entendemos que los paisajes deben abordarse de una forma integrada, incluyendo elementos clave como el agua, el suelo y la biodiversidad. De la misma forma, el desarrollo socio-económico de un territorio no será sostenible o equilibrado si éste no diversifica las estrategias y actividades que impactan en sus recursos naturales.
Si pudiésemos ponerle una banda sonora al Mediterráneo, ¿qué canción crees que lo representaría mejor?
La primera que me viene a la mente es Mediterráneo, de Joan Manel Serrat.
¿Cuál es el rincón del Mediterráneo que recomiendas visitar?
Más que un recomendar un lugar concreto, lo que recomiendo es que la forma de visitar cada rincón sea disfrutando de la riqueza particular que ofrece, de forma integral. En el Mediterráneo tenemos el privilegio de poder visitar una gran variedad de paisajes, historia y culturas tradicionales ligadas a los mismos: Bosques, ríos, deltas, humedales, marjales, paisajes litorales y marinos, paisajes de mosaico agroforestal, aterrazados, esteparios, paisajes de erosión, paisajes geológicamente singulares, ciudades históricas con trazados y arquitectura bioclimática adaptada a cada lugar… Desde esa mirada, cualquier rincón del Mediterráneo es recomendable.
Por último, si pudieras describir el Mediterráneo en una sola palabra, ¿cuál sería?
Diversidad